6 de marzo de 2025

Informes de DDHH estrategia para justificar MCU

El ministro de Relaciones Exteriores, Yván Gil, considera que la alteración de informes relacionados con los Derechos Humanos es una estrategia para legitimar ataques económicos mediante la aplicación de medidas coercitivas unilaterales, arbitrarias e ilegales contra Venezuela

El ministro del Poder Popular para las Relaciones Exteriores, Yván Gil, resaltó el importante rol que juega el Sur Global en el panorama geopolítico actual y que representa «la fuerza del futuro». Así lo anunció durante su intervención en la sesión 58.ª del Consejo de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en Ginebra, Suiza. Además de reseñar que en la actualidad Venezuela es el país de mayor estabilidad en América Latina, a pesar de las agresiones que sufre constantemente.

Bajo este contexto, argumentó su denuncia mencionando los informes generados por la Comisión de Determinación de Hechos, que a su juicio “no es fortuito (…) que sean utilizados como pretexto para justificar agresiones económicas, bloqueos financieros e intentos de intervención destinados a someter a los pueblos y ejercer control político”.

“El objetivo nunca ha sido la verdad, sino el control político y la sumisión de los pueblos”.

Asimismo, argumento que, pese a la “ofensiva brutal” contra Venezuela con “1.027 medidas coercitivas unilaterales, el intento de golpes de Estado y el imponer gobiernos títeres”, el país ha resistido manteniendo un crecimiento sostenido en su economía, dando muestra de ello con el aumento del Producto Interno Bruto (PIB) en 2022 con el 15%, 2023 un 5,5% y 2024 que cerró con el 8%.

Venezuela perfeccionó la democracia

En su discurso, Gil indicó que la democracia en Venezuela se ha perfeccionado, lo que se evidencia con los diez procesos electorales que se llevarán a cabo en el presente año. “No solo elegiremos a los órganos del poder público, sino que el pueblo será consultado directamente en las propias comunidades sobre proyectos de desarrollo local. El presupuesto nacional se construye desde los barrios, desde las comunas, desde los territorios”.

Por otra parte, aseguró que “Venezuela avanza hacia una reforma constitucional para modernizar el Estado y profundizar aún más la democracia. No hay temor al debate, no hay miedo a la participación. Mientras algunos gobiernos le huyen a la consulta popular y le tienen pavor al veredicto de su pueblo, en Venezuela fortalecemos los mecanismos de participación directa”.

«El presupuesto se construye desde los barrios, desde las comunas, desde los territorios (…) no hay temor al debate ni a la participación”. Seguidamente, señaló que ningún gobierno que ataca a Venezuela se sometería a este tipo de consulta popular porque “la gran mayoría que se presentan como defensores de la democracia temen el veredicto de su propio pueblo”.

ONU cómplice de la mediática sobre Venezuela

Al mismo tiempo, el canciller criticó rotundamente la complicidad del organismo internacional en campañas de manipulación mediática, las cuales distorsionan los hechos sobre la realidad venezolana. Así, señaló que la ONU omite su papel como foro para la justicia internacional, y se transformó en un espacio donde los derechos humanos «se subastan al mejor postor». 

Además, pidió que se identifiquen los hurtos experimentados por la población de Venezuela; además, denunció la promoción de ataques económicos y comerciales por la gestión del presidente Joe Biden, con el respaldo de la Unión Europea. Sostuvo que ese país «redobló la manipulación mediática y jurídica, ocultando los delitos de las mafias de los grupos extremistas de Venezuela». Después, exigió las cuentas relacionadas con el saqueo de Citgo, una filial de Petróleos de Venezuela, S.A. (Pdvsa) en Estados Unidos.

«¿Quién responde por el despojo descarado de nuestra empresa Citgo en los EE.UU.? ¿Dónde están los miles de millones de dólares robados por sus supuestos aliados en Venezuela?», cuestionó el diplomático, a la par que exigió que se revele información veraz sobre el destino de los activos de Citgo que fueron saqueados, además de instar a que se compartieran los datos de fondos destinados por la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) a grupos corruptos, así como a terroristas ultraderechistas, para desestabilizar sistemas democráticos en la nación.